Destrucción de las células de grasa localizada,  denominadas adipocitos, se destruyen por la cristalización y posterior eliminación gradual de lípidos durante un período de entre dos y seis semanas.

​Basado en el principio de que las células grasas son más vulnerables a la extracción de energía (enfriamiento) que los tejidos circundantes. Un aplicador noinvasivo se coloca en la zona seleccionada para el tratamiento con el fin de extraer la energía del tejido graso subyacente, mientras se protege la piel, los nervios, los músculos y los demás tejidos. Las células grasas enfriadas comienzan un proceso de apoptosis (muerte celular controlada) y se eliminan paulatinamente, reduciendo el grosor de la capa de grasa.